¿Qué es un orco? A día de hoy parece mentira que hubiera un tiempo en el que los orcos ni siquiera existían, una criatura que tan rápido ha encontrado su hueco en el imaginario popular hasta el punto de que apenas podemos pensar en un mundo de fantasía en el que falten estas odiosas criaturas.
Desde su aparición en la Tierra Media, los orcos han recorrido un largo camino. Ahora los orcos son verdes, enormes y poderosos, violentos, con largos colmillos inferiores. Una especie de neandertales fantásticos, que en muchos mundos han evolucionado hasta alcanzar el estatus de gente. El título de esta entrada incluso hace referencia a cierto videojuego en el que el papel habitual entre orcos y humanos se invierte, y son estos últimos los monstruos, las criaturas fascistas y genocidas que buscan la exterminación de los poderosos hombres verdes.
Dada la naturaleza de la posmodernidad, era inevitable que esta inversión de los roles, esta subversión de la «verdad establecida» sucediera, como ha sucedido con vampiros, hombres lobo, dragones y prácticamente todos los monstruos. Sin embargo, en TyG quisimos recuperar esa visión del orco como monstruo, como una criatura más allá de toda redención y ciertamente inhumana, además de terrorífica, que una vez tuvieron. Aquí un extracto del texto de Isidro «el Martillo», célebre cruzado que durante mucho tiempo se dedicó a combatir a estos Engendros en los bosques de Pazkoa, en Nevaria:

Los orcos son malignos. Por naturaleza y en conjunto, son una especie que goza del sufrimiento ajeno, determinada a esclavizar a las Gentes, a devorarlas, cuya palabra no tiene valor, y para la que no existe nada sagrado. Son monstruos, en el sentido más tenebroso de la palabra. Han venido aquí a hacerte daño, y no hay nada que puedas hacer, o decir, para convencerles de lo contrario. No les interesan tus riquezas, ni tu fuerza, ni tu conocimiento. Para ellos no eres más que un pedazo de carne, un juguete que maltratar y mutilar, una bolsa de gritos esperando ser abierta en canal. Eso es lo que eres para un orco.

Aún peor, los orcos son tan inteligentes como los humanos. Son astutos y hábiles. Son hábiles artesanos cuando se trata de crear cosas con fines crueles, son capaces de hilar planes e idear complejas estrategias que se desarrollan a lo largo del tiempo. Pueden refrenar su sed de sangre en un momento dado, si ello sirve a sus intereses futuros. Por ejemplo, podrían capturar a un aventurero, y luego hacerle creer que ha logrado escapar para perseguirlo hasta su campamento y así atrapar a sus compañeros. Pueden imitar los gritos de auxilio de otro humano para atraer a sus presas, disfrazarse o incluso usar veneno en sus armas. Pueden decidir dejar vivir a una familia, pero quemar todos sus campos para verlos rogar y morir de hambre durante el invierno. Todo lo que un humano pueda hacer, también puede hacerlo un orco. Son como tú, como yo. Pero llenos de odio y sedientos de sangre. No hay nada redimible, o noble en un orco, no hay ningún rastro de bondad. Son el mal.

 

El orco dibujado por Jagoba Lekuona, sublime.

 

Quizá lo más peligroso de los orcos sea su capacidad de liderar a otros Engendros y criaturas. Las Tinieblas los han señalado como sus favoritos no por casualidad. Los orcos incluso son capaces de infiltrarse en la sociedad humana, disfrazados, ocultos por conjuros o simplemente escondidos a los ojos de las Gentes en siniestras guaridas, y desde allí trabajan formando cultos y atrayendo adeptos, incluso gentiles. A menudo son estos orcos y sus cultos los que provocan los terribles brotes de la Plaga en una ciudad.

Como se puede ver, la amenaza de los orcos no debe ser ignorada, si siquiera tras la supuesta seguridad de los muros de una ciudad, y lo mejor es exterminarlos allí donde se les encuentre, sin piedad ni cuartel.

Comentarios:

Un comentario en “De orcos y Gentes


16 de enero de 2019

Deseando ver el resultado de vuestra bestialidad de trabajo. Nos vemos en las mesas.

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